Las crisis llegan sin avisar y cuando lo hacen es necesario estar preparados y entrenados para gestionarlas de la mejor forma posible y con el mínimo coste e impacto para nuestra organización. Queramos o no, las crisis se producen y es entonces cuando los departamentos y la política de comunicación adquiere un papel determinante, diría más, imprescindible para poder minimizar sus efectos, trasladar tranquilidad y recuperar la confianza y credibilidad. ¿Alguien se imagina que, ante una situación de crisis, no se traslade información alguna? Ponerse en esta “inverosímil” situación nos da una idea de la importancia de la comunicación y del comunicador ante este tipo de situaciones.