Por Francisco de Paula Molina. Preparador físico del Centro Andaluz de Estudios y Entrenamiento.
Cuántas veces hemos escuchado aquello de “tómate un vaso de agua con azúcar para las agujetas” o “si no entreno el músculo se me convierte en grasa”.
En este blog voy a desmentir estos “mitos” y “leyendas”, o descubriendo en qué medida son ciertos.
A lo largo de estos artículos trataré seis de las leyendas urbanas más escuchadas sobre la preparación física. Como digo, son de las más escuchadas, pero si conocéis alguna más, no dudéis en decírmelas.
1º CUANTO MÁS TIEMPO ENTRENES MAS CALORÍA QUEMAS.
La gran mayoría de la gente piensa que el cuerpo tiene un reloj que cuenta los minutos de su entrenamiento o que solo cuando llevas una hora entrenando empiezas a quemar calorías facilitando perder grasa.
Es un planteamiento erróneo, ya que para la ayuda de esa pérdida de calorías, también interviene un factor muy importante, que es la asiduidad con la que se realice ejercicio físico. No es lo mismo una persona sedentaria, que no haya hecho deporte casi nunca, a una persona que realice deporte asiduamente: su activación de quema de grasas empieza un poco antes.
Para alivio de los que disponen poco tiempo para entrenar se sabe que se queman aproximadamente, las mismas calorías haciendo 8 km en 40 minutos que 8 km en una hora.
La razón está clara: el primer tiempo corresponde a mayor velocidad (12km/h) y para el segundo a menor velocidad (8km/h). La conclusión: cuanto más rápido vas, mas energía necesitas para mantener el ritmo.
Por tanto, si tienes poco tiempo, haz series con más velocidad para aprovechar el entrenamiento también te ayudará a aumentar la fuerza, o si lo tuyo es no ir deprisa, aumenta el tiempo de entrenamiento.
2º SI DEJAS DE ENTRENAR EL MUSCULO SE CONVIERTE EN GRASA
Esta es una excusa muy socorrida para los clientes de los gimnasios que abandonan su práctica deportiva en ellos.
Es un mito curioso: un tejido como el músculo, con células especializadas en el movimiento, no puede transformarse en un tejido de reserva, como el graso.
Lo que ocurre es que si no realizamos ejercicio físico y se siguen tomando la misma ingesta de calorías, se pierden fibras de contracción y el espacio que ocupan se rellena con una capa de grasas externa.
Si durante un tiempo no vamos a realizar ninguna actividad física o de entrenamiento, debemos de cuidar nuestra dieta y guardar unos 15′ al día para realizar algún tipo de ejercicios caseros para mantener un poco la forma adquirida.
Por Francisco de Paula Molina. Preparador físico del Centro Andaluz de Estudios y Entrenamiento.
Cómo ya hice en uno de nuestros antiguos artículos, desmontamos aquellas «leyendas urbanas» sobre preparación física.