Cuántas veces hemos escuchado aquello de “tómate un vaso de agua con azúcar para las agujetas” o “si no entreno el músculo se me convierte en grasa”.
En este blog voy a desmentir estos “mitos” y “leyendas”, o descubriendo en qué medida son ciertos.
A lo largo de estos artículos trataré seis de las leyendas urbanas más escuchadas sobre la preparación física. Como digo, son de las más escuchadas, pero si conocéis alguna más, no dudéis en decírmelas.
1º CUANTO MÁS TIEMPO ENTRENES MAS CALORÍA QUEMAS.
La gran mayoría de la gente piensa que el cuerpo tiene un reloj que cuenta los minutos de su entrenamiento o que solo cuando llevas una hora entrenando empiezas a quemar calorías facilitando perder grasa.
Es un planteamiento erróneo, ya que para la ayuda de esa pérdida de calorías, también interviene un factor muy importante, que es la asiduidad con la que se realice ejercicio físico. No es lo mismo una persona sedentaria, que no haya hecho deporte casi nunca, a una persona que realice deporte asiduamente: su activación de quema de grasas empieza un poco antes.
Para alivio de los que disponen poco tiempo para entrenar se sabe que se queman aproximadamente, las mismas calorías haciendo 8 km en 40 minutos que 8 km en una hora.
La razón está clara: el primer tiempo corresponde a mayor velocidad (12km/h) y para el segundo a menor velocidad (8km/h). La conclusión: cuanto más rápido vas, mas energía necesitas para mantener el ritmo.
Por tanto, si tienes poco tiempo, haz series con más velocidad para aprovechar el entrenamiento también te ayudará a aumentar la fuerza, o si lo tuyo es no ir deprisa, aumenta el tiempo de entrenamiento.
2º SI DEJAS DE ENTRENAR EL MUSCULO SE CONVIERTE EN GRASA
Esta es una excusa muy socorrida para los clientes de los gimnasios que abandonan su práctica deportiva en ellos.
Es un mito curioso: un tejido como el músculo, con células especializadas en el movimiento, no puede transformarse en un tejido de reserva, como el graso.
Lo que ocurre es que si no realizamos ejercicio físico y se siguen tomando la misma ingesta de calorías, se pierden fibras de contracción y el espacio que ocupan se rellena con una capa de grasas externa.
Si durante un tiempo no vamos a realizar ninguna actividad física o de entrenamiento, debemos de cuidar nuestra dieta y guardar unos 15′ al día para realizar algún tipo de ejercicios caseros para mantener un poco la forma adquirida.
Por Francisco de Paula Molina. Preparador físico del Centro Andaluz de Estudios y Entrenamiento.
Cómo ya hice en uno de nuestros antiguos artículos, desmontamos aquellas «leyendas urbanas» sobre preparación física.
3. EL AGUA CON AZÚCAR EVITA LAS «AGUJETAS»
El mito por excelencia.
Después de una extensa sesión de ejercicios físicos se dice que si tomas agua con azúcar no aparecerán agujetas.
Lo único que logra el agua con azúcar es que estemos muy bien hidratados después de ejercitarnos. Además esta hidratación es recomendable que sea antes, durante y después del entrenamiento.
Este remedio casero es el resultado de la aceptación masiva de la teoría referente al ácido láctico (el cual es producido por el ejercicio físico, y como consecuencia de este el ácido se solidifica y se cristaliza, clavándose como “agujas” en los músculos).
Puesto que esta teoría está prácticamente descartada, este método probablemente no evita ni cura las agujetas ni sus síntomas, pero puede provocar basicidad y problemas gástricos.
Por lo tanto, y dejando de un lado este mito, lo verdaderamente aconsejable para evitar la aparición de agujetas es realizar ejercicio físico de forma regular y progresiva, hacer un calentamiento previo y estiramientos antes y después de la práctica deportiva o ejercicio físico, de manera que los músculos estarán preparados para trabajar en tu objetivo de ganar fuerza y ganar masa muscular.
4. MAS HORAS DE EJERCICIO FÍSICO EN EL GIMNASIO, MEJORES RESULTADOS (perder grasa, ganar fuerza o ganar masa muscular)
Este es otro de los mitos más extendidos. Lo verdaderamente importante es el contar con la ayuda de un profesional, para ganar masa muscular o perder grasa, el cual debe preparar una buena rutina de entrenamiento de aumento de fuerza o aumento de masa muscular, sobre todo si estamos empezando a ganar masa muscular, donde varíe entre ejercicios (y que no sean muy complicados) y que la duración y las repeticiones sean las adecuadas, para evitar tanto el aburrimiento como el riesgo de lesionarnos.
No sería la primera vez que alguien, por prepararse por su cuenta, me ha llegado al Centro Andaluz lesionado y no ha podido presentarse a una oposición.
5. GANAR PESO ENTRENANDO ES MALA SEÑAL (puedes ganar masa muscular)
Lo que tenemos que tener en cuenta es el porcentaje de grasa, no el peso. No es lo mismo pesar 80 kilos con unos índices de grasa bajos, que 70 kilos pero tener un porcentaje alto. Por supuesto, el primer caso es mejor.
Ya que ganar masa muscular también implicar el aumento de peso, y no todo se debe a la grasa corporal, por lo que puedes estar reduciendo tu porcentaje de grasa corporal pero estar aumentando el músculo, es decir, ganar masa muscular.
Lo verdaderamente importante es la relación entre el peso magro (músculo) y peso graso.
Según para que tipo de entrenamiento se puede coger peso y no necesariamente ser una mala señal. Si lo que estamos preparando es musculación, seguramente el “convertir” esa grasa en masa muscular, ganaremos kilos, pero aun así estamos mejorando nuestra salud y rendimiento físico.
Por lo tanto, ganar peso no es un inconveniente, según el tipo de entreno que estemos realizando, ya en función de la rutina de entrenamiento puedes ganar masa muscular y perder grasa al mismo tiempo.
FUENTES:
Electroestimulación: entrenamiento y periodización, Manuel Pombo Fernández.
Revista BodyLife.
Además, queremos aportar como nota aclaratoria que «Sólo dispones de un único metabolismo, así que no puede quemar grasa sólo de un sitio determinado», explica De Molina. Por lo que la grasa se reducirá de todas las partes de forma simultanea, solo que en algunas zonas tardará más porque puede que haya más cantidad. De este modo, lo mejor es hacer primero la fuerza y después el cardio ya que cuando entrenamos fuerza estamos estimulando el sistema nervioso muscular y se quemará más grasa corporal posteriormente.
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Increible el articulo Francis, eres una maquina. Me ha pasado ya varias veces que gente que ha entrenado contigo me pide consejos desde mi papel de masajista deportivo y mi respuesta siempre es la misma: «Lo que te diga Francis va a misa, yo no te puedo dar mejor consejo que él.» Un abrazo!